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Asesino Anónimo: sin nombre. Sin pasado. Sin remordimientos.
Al menos hasta que comenzó a hacer preguntas y desafiar ordenes, hasta que se enamoro de su victima. Ahora el Programa tiene la preocupación de que su valioso soldado tal vez se haya convertido en una carga pesada.
Atormentado por el resultado de su ultimo trabajo, Asesino Anónimo se enfrenta a una misión nueva. Una especie de prueba. Una oportunidad para demostrar su lealtad. Su objetivo: asesinar a Eugene Moore, líder de un campamento militar cuyo propósito es entrenar y adoctrinar adolescentes.
Un blanco.
Tiempo limitado.
Lugar publico.
Un agente no pudo cumplir. Perdió la misión, y se presume que esta muerto. Asesino Anónimo confía en que puede terminar el trabajo. Rápido. Pero cuando las cosas no salen como el esperaba, se encuentra perdido en una misión en la que nada es lo que parece: el Programa, su lealtad, la verdad...
¿Quién es amigo? ¿Quién es enemigo? Y sobre todo, ¿a quién quiere seguir?
Cuando terminé Yo soy el arma (reseña aquí) quedé desesperada por leer el libro dos de esta trilogía. No pensé que este libro me fuera a atrapar tanto como el primero pero me equivoqué. Es igual (o más) adictivo que el anterior.
En esta oportunidad, nuestro asesino anónimo conocido en esta misión como Daniel, tiene que infiltrarse en un evento organizado por Eugene Moore un ex teniente coronel, quien dirige actualmente un campamento militar para adolescentes: el Campamento Libertad. Pero de ninguna manera puede Daniel entrar en el campamento. La misión había sido asignada a otro soldado del Programa, un soldado que ingresó al campamento y del cual hace un mes que no se sabe nada. Según el protocolo del Programa, el soldado está muerto.
Pero las cosas se complican y Daniel termina dentro del campamento. Allí conoce a Eugene y a su familia, pero al mismo tiempo pierde todo el contacto con el Programa. ¿Lo abandonaron ahí? ¿El Programa sufrió un ataque? ¿Padre y madre están muertos? Daniel no sabe nada, está a ciegas tratando de completar una misión sin ayuda de nadie y sin saber si debe o no completarla ahora.
En este libro Daniel no va a ser el soldado que cumple las órdenes del Programa sin chistar. Empieza a tener dudas, a buscar más información, a tratar de encontrar las respuestas que hace mucho tiene guardadas y escondidas. Daniel se encuentra de repente solo en el mundo y con la necesidad de ayuda, entonces recurre a su único amigo: Howard, un hacker de 14 años.
Les tengo que decir que amo la relación de amistad rara entre Daniel y Howard. Son completamente opuestos y aún así confían el uno en el otro con su vida. Amé que se volvieran a encontrar y que todo siguiera igual entre ellos que en el primer libro. Howard es un friki, que sufre de bullying y al igual que Daniel no tiene a nadie cerca. Cuando encuentra un lugar en el que se siente cómodo y querido no quiere dejarlo de lado.
Daniel otra vez tropieza con la misma piedra. Ya nos dimos cuenta que el soldado perfecto tiene una debilidad: las chicas lindas. Ya le había sucedido en el primer libro y ahora de nuevo. En esta oportunidad Miranda Moore le hace perder un poco la cabeza, pero al final como siempre gana su sentido de hacer el bien para con el mundo.
Yo soy la misión se embarca en el mismo estilo que Yo soy el arma, pero un poco más profundo. Con más trasfondo político, más pensamientos propios del protagonista y más invitaciones del autor a reflexionar. Es un thriller YA que te mantiene atrapado desde el principio, sin poder parar de leer para obtener respuestas a todas las preguntas que tenemos desde el primer tomo. No puedo esperar para ver como se va a desarrollar el final de esta historia ya que el cliffhanger de este libro fue BRUTAL. Nos dejó con la espina de saber más sobre el pasado de Daniel (ejem ya sabemos el nombre real) y con saber más del Programa. Estoy segura (y espero) que todo se va a desarrollar en el próximo libro.
Les recomiendo de todas maneras, aunque no sea exclusivo, que lean el primer libro antes que este porque te genera más expectativa y más preguntas para responder.
Muchas gracias Distribuidora Gussi por el ejemplar para reseñar. En breve les voy a traer el final de la historia de nuestro Asesino Anónimo: Yo soy el traidor.
Los leo ♥
La verdad es que este no me llamaba nada hasta tu reseña. Creo que si no supiera que te gustó tanto, lo habría ignorado por completo, así que gracias.
ResponderBorrarUn besote!