Lena Wise siempre está mirando hacia el mañana, especialmente al comienzo de su último año de instituto. Está lista para pasar tanto tiempo con amigos como sea posible, para terminar las solicitudes universitarias y, tal vez, para hacerle saber a Sebastian, su mejor amigo desde la infancia, lo que realmente siente por él. Para Lena, el próximo año va a ser épico, un año lleno de oportunidades.
Hasta que una elección, un momento, destruye todo.
Ahora Lena no está pendiente del mañana. No cuando el tiempo con sus amigos nunca será el mismo. No cuando las solicitudes universitarias se sienten casi imposibles. No cuando Sebastian nunca podría perdonarla por lo que pasó.
Por lo que dejó que pasara.
Con la culpa creciendo cada día, Lena sabe que su única esperanza es seguir adelante. Pero ¿cómo puede seguir adelante cuando se ha redefinido su existencia y la de sus amigos? ¿Cómo puede seguir adelante cuando el mañana ni siquiera está garantizado?
Jennifer L. Armentrout fue en su momento una autora que leí mucho bajo su seudonimo J.Lynn, con el que escribía libros NA de romance contemporáneo. Me gustaban bastante, así que cuando vi que este libro iba por el mismo camino no dude en leerlo.
Lo primero que les voy a decir es que «Si no hay un mañana» nos cuenta una historia dura. La realidad es que no es lo que esperaba. Pensé que iba a ser un romance light entre jóvenes, pero no. En general es un libro que me gustó, disfrute de leerlo, aunque tuve mis problemas.
Mi principal problema fue la protagonista. Para no spoilearles nada, les voy a contar que la historia arranca en un momento donde aún no han arrancado las clases, hay un SUCESO que cambia todo, y luego sigue el transcurso de la historia. Antes del SUCESO, no llegué a conectar con la protagonista. Y después del SUCESO, es difícil porque ella está pasando por un montón de cosas y está muy cerrada ante todos, incluso los lectores. Es raro, porque en realidad Lena, nuestra protagonista, es una chica común, que está enamorada de su mejor amigo pero no se anima a decírselo y quiere disfrutar de su último verano antes de irse a la universidad. En general no es una premisa que me disgustara, por eso me resulto raro no lograr conectar con ella. Por eso quiero que sepan que es algo personal, no quiero que se lleven la idea de que hay un problema con la protagonista, sino que fue mi experiencia.
Lo que si me gustó es como trató el SUCESO la autora. Y las consecuencias que tuvo. No esperaba que fuera eso, ni siquiera se me había pasado por la cabeza. Pero cuando pasó, ugh. Es tan real. Pasa todos los días y cualquiera de nosotros podría estar en el lugar de los protagonistas. No dimensionamos el problema que es en nuestra sociedad hoy en día y es muy grave. Para quienes quieren saber de que trata: accidente de tránsito con chicos borrachos en el auto. Sin embargo les recomiendo que no sepan de que va y se pongan a leer, porque el shock y la sopresa es mayor. Y te invita a reflexionar más.
Por último pero no menos importante, la protagonista de la historia recibe mucho apoyo y mucha ayuda. De su familia y sus amigos, que le dan lugar, espacio y no la presionan. Pero sobretodo, de profesionales. Que son quienes la ayudan a salir adelante y poder continuar, aunque no de la misma manera, con su vida. Ese es otro aspecto que la autora trata muy bien, como ante determinados asuntos, es necesario contar con ayuda profesional. No alcanza con el apoyo de la familia y los amigos, y todo lo que ellos nos puedan decir. Es necesario tener las herramientas indicadas para ayudar a quien lo precisa y esas herramientas las tienen los especialistas.
Y por eso es que les recomiendo que lean este libro, porque trata sobre un tema que tanto acá como en el resto del mundo sucede y nos muestra las diferentes consecuencias que puede llegar a tener. Porque la autora lo hace con seriedad y nos deja reflexionar sin dejar de decirnos que está bien pedir ayuda. Me gusta cuando los libros YA no subestiman a los adolescentes y les muestran las cosas como son. Por más libros así.
Gracias Urano Uruguay por mi ejemplar ♡
Sobre la autora
Jennifer vive en Martinsburg, Virginia Occidental. Cuando no está escribiendo, pasa su tiempo leyendo, viendo películas malas de zombis o paseando con su marido y su Jack Russell, Loki. Sus sueños de convertirse en escritora se iniciaron en las clases de algebra, lo que explica sus malas notas en matemáticas. Jennifer escribe YA paranormal, ciencia ficción, fantasía y romance contemporáneo. También escribe novelas para adultos bajo el seudónimo de J. Lynn.
