Reseña | Los sabores perdidos - Raquel Martos

 

¿Cuál es el sabor de los recuerdos? 

Esta es la pregunta que buscan responder los siete alumnos que acuden durante un fin de semana a un Curso de Cocina Emocional en una casa en el campo. Una tarta de cumpleaños para alguien que nunca volverá o un guiso que despierta los sabores de la infancia les servirán para descubrir qué fue lo que marcó sus vidas para siempre.

Raquel Martos nos regala una novela repleta de emoción y sorpresas, una historia que conecta el paladar y el corazón, los sabores y la vida. Y es que las historias de los alumnos -y también de la enigmática profesora- son, de algún modo, las de todos nosotros.

Este es uno de esos libros que sin leer la sinopsis ya me había comprado. El título y la hermosa ilustración de la portada fueron todo lo que precise para querer leerlo. Además, saber que adentro tenía recetas era un plus muy grande. Los sabores perdidos es un libro de historias, de 8 desconocidos que encuentran en la cocina y la comida un refugio.

Mayte, una mujer que cambió la locura de la vida de Madrid por un tranquilo pueblo a apenas 40 km de distancia, decidió impartir en su pequeño chalet un curso de cocina emocional. Su propósito no es enseñarles simplemente cocina, su propósito es mucho más ambicioso y no tan fácil de lograr. 

"Cocinar para los demás es más que un regalo, más que una atención. Cocinar para otros es conectar con una zona íntima de quien se sienta a la mesa, con sus recuerdos, con sus sentidos, con sus sensasiones, con sus emociones. En un plato de comida caben la alegría, el disfrute, la melancolía, el erotismo; en un plato de comida cabe la vida entera". 

Los sabores perdidos nos cuenta esta aventura de Mayte con sus primeros alumnos, un grupo de siete personas totalmente variopinto. Loreto, una mujer seria, fría y siempre bien vestida. Mikele, un italiano de unos 40 años, buen mozo, y su novia Luz, una bella pelirroja unos años más joven que Mikele. Rafa, un veinteañero de Jerez, aunque ahora vive en Madrid. Amina, una trabajadora social que proviene de Marruecos, y su amiga Elvira, una tímida treinteañera. Y por último, Arturo, un señor que ya ha pasado los 70, pero entusiasta y ávido por vivir como ninguno. 

A lo largo de estas 484 páginas, conocemos las historias de estas ocho personas a través de una receta que ha marcado su vida.  

"Somos poliédricos, me decías hace un rato, y tienes razón, lo somos, la vida propia lo es. Nuestra existencia está llena de luces y sombras y a veces, cuando la oscuridad lo llena todo, resulta imposible encontrar las razones para continuar. Pero cuando lo luminoso se abre paso ante lo oscuro, como el haz de luz de una linterna, si abrimos bien los ojos, las hallamos". 

Definiría este libro simplemente como hermoso. Las historias son tan distintas como los mismos personajes, y a través de ellas vemos diferentes partes del mundo y de la vida misma. Me hizo emocionarme varias veces, me hizo reir y llorar. El hecho de que haya personajes tan diferentes y en distintas etapas de su vida, hace que nos veamos reflejados en varios y que logremos empatizar con diferentes historias. Desde irse a vivir a un país que no es el tuyo, la vida con una abuela con Alzheimer, la pérdida de una persona querida, el abandono familiar, padres divorciados, y más. Historias cotidianas, conocidas, pero escritas de una manera tan especial que logran conmovernos. Y lograr conectar estas historias con la cocina, con las recetas, me resultó maravilloso. Me hizo pensar en recetas que me traen  recuerdos, y de como los momentos importantes de la vida siempre son acompañados de comida y bebida. 

"¿Y a qué nos dedicamos? Pues depende, en un poco de la moral están los que entregan su vida a los demás, los que se sacrifican para que otros sufran menos, personas excepcionales. 

En otro extremo están los que emplean el milagro de su existencia en joderles la vida a otros, que son unos cuantos...

Y luego, entre ambos polos morales, hay uba zona en la que vivimos la mayoría de nosotros. ¿Y qué hacemos? Pues lo que podemos..."

Una prosa sencilla, de lectura ágil y capítulos cortos. La autora tiene una capacidad de hacernos entrar en las historias casi sin darnos cuenta. Y la compañía de las recetas es fantástico. Es muy interesante esta parte ya que también tenemos información interesante sobre alimentos o materias primas muy famosas, como el chocolate, las empanadas, las corquetas y más. Realmente la manera en que está escrito te hace sentir que estás en las clases de cocina de Mayte.

Muy recomendado para aquellos que se sientan atraídos por este tipo de libros, de historias, de cocina y de muchas emociones. 

Este libro pueden encontrarlo en la página de Me gusta leer Uruguay, a quién agradezco mi ejemplar. 

Los leo ♡